El Arrayán sumó en la tarde-noche de ayer su segunda victoria de la temporada, en otros tantos partidos. Victoria apurada y no exenta de sufrimiento, en la que debido a contratiempos varios y a los propios errores de los granadinos, llegaron a desaprovechar una ventaja de hasta 12 puntos y a punto estuvieron de pagarlo caro ante un conjunto que se perfila como uno de los gallitos de la Liga dispuesto a dar guerra en la lucha por el ascenso a DH "B".
El encuentro, que tuvo bajas notorias por parte de ambas escuadras, como la de Jordan en el bando local o las de Beiro y Aguilera, además de la del míster Jiménez, por parte de los visitantes, comenzó con un Arrayán, que lejos de acusar el largo desplazamiento en autobús hasta la ciudad castellano-leonsesa, arrancó bastante enchufado en pista, en un partido en el que las defensas y las imprecisiones se impusieron claramente al ataque, como muestra el pobre marcador final.
Los dos primeros cuartos tuvieron un marcado color visitante, si bien, la ausencia de alternativas en el banquillo a causa de la incompatibilidad de puntuaciones hizo que el esfuerzo fuera acusado por los jugadores granadinos,
que sucumbieron en los dos cuartos restantes ante el Mupli, que hizo un gran tercer cuarto y llegó a ponerse por delante en el marcador a falta de escasos minutos para la conclusión del partido (32-30). Además, la expulsión de Ramírez por cometer su quinta falta y las averías en la silla de Molina, hicieron que la balanza pareciera decantada del lado palentino. No obstante, tres canastas consecutivas de Mameko desatascaron el bloqueo del Arrayán, que dió el resto para llevarse el partido y los dos puntos para casa, aprovechando sus tiros libres finales.Por parte del Arrayán jugaron: Molina (2), Ayllón (9), Mameko (11), Ramírez (6), Torres (10) -cinco inicial- Rejón (0) y Piqué (0).
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